Ingredientes (molde de 22 cm)
- 125 gr. azúcar.
- 150 gr. harina.
- 4 huevos.
- Esencia de vainilla.
- Un sobre de levadura.
- Una cucharada de mantequilla.
- Dos kiwis.
- Un vaso de agua.
- Un vaso de anís.
- 3 cucharadas de azúcar.
- Un cartón de nata para montar (200 ml) y azúcar al gusto.
Preparación:
Primero separamos las claras de las yemas. Mezclamos las yemas con los 125 gr. de azúcar. Le echamos unas gotas de esencia de vainilla y mezclamos.
Agregamos la harina, la levadura y la mantequilla derretida. Montamos las claras a punto de nieve y añadimos a la mezcla con movimientos envolventes, para que no se nos baje.
Cogemos un molde de unos 22 cm de diámetro y lo engrasamos con mantequilla y enharinamos. Vertemos la mezcla y metemos al horno, entonces lo encendemos a 180º C (no precalentar!!) y horneamos unos 30 minutos, luego apagamos el horno y lo dejamos dentro otros 15 minutos. Lo sacamos y lo dejamos enfriar.
Por otro lado, en un cazo, mezclamos el agua con el anís y las tres cucharadas de azúcar y hervimos unos 10-15 minutos. Bañamos el bizcocho con este líquido, habiendo hecho antes unos agujeros en el bizcocho, ya desmoldado, con un palillo. Decoramos con rodajas de kiwi.
Aparte, montamos la nata con azúcar al gusto (yo le echo unas 3 ó 4 cucharaditas) y decoramos la tarta con una manga pastelera de la forma que más nos guste. Lo metemos a la nevera y lo servimos fresquito!