De las muchas recetas que he visto y probado a hacer, esta es la que mejor resultado me ha dado, pues entre todas las que recopilé, fui probando diferentes medidas, combinando unas con otras, hasta llegar al resultado deseado. Esta receta da como resultado unos cupcakes esponjosos y nada empalagosos, para que podamos recrearnos con el frosting (la cobertura decorada) todo lo que queramos... Aguantan bien más o menos tres o cuatro días, si llevan frosting con lácteos (de queso por ejemplo), tendremos que guardarlos en el frigorífico.
Ingredientes:
- 200 gramos de harina.
- 150 gramos de azúcar.
- 1/2 cucharadita de levadura.
- 1/2 cucharadita de bicarbonato.
- 100 ml. de leche a temperatura ambiente.
- 100 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
- 2 huevos a temperatura ambiente.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
Preparación:
Precalentamos el horno a 180º C y ponemos las cápsulas de papel sobre el molde para hacer muffins.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta tener una crema esponjosa. Después, añadimos los huevos de uno en uno, mezclando bien uno antes de añadir el otro. Añadimos la cucharadita de vainilla.
Aparte, mezclamos la harina con la levadura y el bicarbonato y lo tamizamos.
Añadir la harina a la mezcla alternando con la leche hasta obtener una masa cremosa y espesa. No deben quedar grumos.
Rellenar las cápsulas hasta 3/4 de su capacidad y hornear más o menos 20 - 25 minutos (o hasta que al pincharlos con un palillo, éste salga limpio). Con estas medidas deben salir 12 cupcakes exactos.
Al sacarlos del horno, hay que ponerlos sobre una rejilla para que se enfríen. Hay que esperar a que se enfríen del todo antes de decorarlo con el frosting, porque si no, éste se nos vendrá abajo. Ahora, sólo queda decorarlos de las miles de formas que se existen y a disfrutar!!